Cuentan la leyenda, los cuñados y los listillos que comprar una casa es invertir mientras que alquilar es tirar el dinero. Pero no siempre es así. Tampoco es verdad que los compradores son unos retrógrados que no han sabido adaptarse a la vida moderna. La realidad es que unas veces tiene más sentido alquilar y otras comprar. Lo importante es saber cuándo.